Si usted está experimentando dolor, debilidad y / o pérdida de función en la parte posterior de la pierna, es aconsejable consultar a un médico para un diagnóstico adecuado. A la exploración física se llevará a cabo para determinar si usted tiene signos de un tendón de la corva tiró. Su médico evaluará visualmente y sentir los músculos, huesos y otros tejidos blandos en y alrededor de su tendón de la corva, así como toda la pierna, la pelvis y la espalda baja, para evaluar la uniformidad (simetría), reconocer las diferencias e identificar el dolor y la ternura. Esto le ayudará a descubrir cualquier anormalidad, como la inflamación leve o grave, líquido, hueso hematomas, tejido o deformidad, y las discrepancias longitud de las piernas.

El médico tomará una historya médico acerca de ti y de tus actividades. Él / ella se informará acerca de la intensidad de su dolor presente, si usted escuchó un ruido seco cuando experimentó por primera vez la lesión, la duración y tipo de síntomas y las limitaciones que experimenta. Los detalles sobre lo que instigó su problema, cuando empezó, y si alguna vez ha tenido tratamientos para esta o una condición similar en el pasado, va a ser muy útil en la evaluación de su lesión.

Su médico le puede pedir que complete una serie de movimientos de flexión y extensión de las piernas para ver qué movimientos causar dolor, debilidad, rigidez o inestabilidad. Esto le ayudará a determinar la localización de la lesión (en el vientre muscular o cerca de la inserción), la prueba para el grado de su torcedura de tendón y los desequilibrios musculares. Él / ella también evaluará los pies y la marcha (forma de caminar) para determinar si overpronate, o tiene otros problemas de alineación.

Las pruebas más comunes de lesiones de isquiotibiales de diagnóstico

La mayoría de grado 1 ó 2 distensiones de isquiotibiales no requieren pruebas de diagnóstico, sin embargo, estas pruebas ayudarán a confirmar si tiene un grado 3 de la tensión y / o va a descartar otras causas de dolor de tendón de la corva.

Los rayos X proporcionan una imagen de dos dimensiones de la estructura general de su tendón de la corva y el muslo (pelvis, el fémur y la rodilla). Son de gran ayuda en la identificación de inestabilidad, fracturas por avulsión, formas anormales de hueso (espolones óseos, calcificaciones y quistes, degeneración articular), y / u otros problemas de la pierna.

TC (tomografía computarizada) y ecografías de diagnóstico pueden utilizarse para buscar internamente en los músculos isquiotibiales.

IRM (imágenes por resonancia magnética) se ofrece información más detallada y le ayudará a evaluar los tejidos blandos que rodean a su tendón de la corva (músculos, tendones, ligamentos, fascia y otros tejidos conectivos). Pueden identificar ligamentos o tendones, y puede ayudar a determinar el alcance de su lesión, el grado de su desgarro o la inflamación, así como otras condiciones asociadas.